Pero hay algo más que podemos imitar de ellos: su forma de mudarse sin pasar nervios. ¿Tienes curiosidad por saber más? Te contamos todos los detalles en el presente artículo.
El arte de mudarse sin estrés
Vamos a ser directos: los japoneses nunca realizan la mudanza por ellos mismos. Mudarse a la japonesa implica, en todos y cada uno de los casos, contratar a una empresa de mudanzas para realizar el traslado.
Aún la cosa va más allá. La responsabilidad de la empresa es embalar todas las pertenencias en paquetes concretos que protejan por completo el contenido de posibles roces cuando hay movimientos, así como aislarlos de cualquier fuente de luz, agua o polvo que pudieran dañarlos.
Sobra decir que esto implica contar con diferentes clases de embalaje para cada objeto en particular: no es lo mismo transportar una lavadora que un vestido de seda o la cristalería.
Lo ideal es, en adición, limpiar en profundidad cada artículo antes de embalarlo. De esta forma se erradica cualquier posibilidad de transportar suciedad al nuevo hogar. El nivel de pulcritud llega al punto que los trabajadores encargados del traslado se quitan los zapatos y se ponen calcetines limpios al llegar a la nueva casa.
Y aún algo más curioso: el personal también se encarga de desembalar las pertenencias y dejarlas colocadas en su sitio. No es de extrañar entonces que las mudanzas no resulten en absoluto estresantes para los japoneses, que entran a su hogar ya listo para comenzar a vivir.
En Mudanzas Rojals somos expertos en mudanzas limpias, con especial cuidado en todos los objetos. Escuchamos todas tus peticiones en cuanto al servicio. Así, sea que quieras mudanzas a la japonesa o “a la española”, estaremos encantados de atenderte.
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