Llevar a cabo mudanzas en Barcelona, como en cualquier otro lugar, supone una alteración en nuestro ritmo de vida que los mejores especialistas en estas situaciones han dividido en cinco etapas.
Las fases de una mudanza
- En la primera fase se encuentra uno lleno de optimismo y con la decisión firme de hacer la mudanza por sí mismo. Comenzamos por buscar cajas, todo tipo de cajas de variados tamaños y capacidades, sin pensar en su resistencia ni en su forma ni en su tamaño.
- En la segunda fase, ocupamos todo el salón y diversos rincones del piso o de la casa con todo tipo de cajas repletas de objetos. Se trata de llenar y acumular. En estos momentos, el piso parece un auténtico almacén, aunque todavía falta tiempo para el cambio.
- En la tercera fase, iniciamos la búsqueda de ayuda. Recurrimos a cuñados, amigos, vecinos. Con un poco de suerte conseguimos convencer al que tiene una furgoneta con la que, posiblemente en cuatro viajes se pueda llevar todo, menos los muebles más grandes y los electrodomésticos, que ya se verá cómo lo hacemos.
- En la cuarta fase, empezamos a comprobar que igual nos hemos equivocado un poco durante el trabajo realizado. Las cajas pesan tanto que no hay manera de levantarlas, las de la enciclopedia se rompen, en otras se advierten restos de una figurita… Y nos desanimamos al empezar a pensar que, más que tres viajes, habrá que hacer cuarenta.
- En la quinta fase, ambas viviendas están repletas de trastos sin ordenar por todos los sitios. Son los momentos de mayor tensión y nos replanteamos el sentido de la vida… O como mínimo el sentido de dónde nos hemos metido.
Y la solución
Todas estas fases se podrían haber reducido -y sobre todo podrías haber ahorrado sus consecuencias desalentadoras- con una llamada o rellenar un formulario en cinco minutos en la web de una empresa de mudanzas de Barcelona como Casa Rojals, que de manera rápida y eficaz embala, trasporta y deja ordenadas, en el lugar apropiado, tus pertenencias en el menor tiempo posible, sin esfuerzo para ti y con la garantía de un servicio profesional… Eso sí que es sobrevivir a una mudanza en Barcelona.